Espérate, y espera cosas buenas, para ti mismo y
para tus seres queridos.
Cuando te preguntes qué vendrá, di a ti mismo que
falta por venir lo bueno, lo mejor que pueden ofrecer la vida y el amor, lo
mejor que
Dios y Su universo tienen para enviarnos. Luego
abre tus manos y recíbelo. Reclámalo, es tuyo.
Ve en tu mente lo mejor; imagina cómo se verá, cómo
se sentirá.
Concéntrate hasta que puedas verlo claramente.
Deja que todo tu ser, cuerpo y alma, entren y
permanezcan dentro de la imagen un momento.
Luego, déjala ir. Regresa al día de hoy, al momento
presente. No te obsesiones. No te pongas temeroso. Emociónate. Vive plenamente
el día de hoy, expresando gratitud por
todo lo que has sido, por todo lo que eres y por todo en lo que te convertirás.
Espérate, y espera cosas buenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras