Aprende
el arte de la aceptación. Causa muchísima pena.
A
veces, como parte del cuidar de nosotros mismos, llega el momento de terminar
ciertas relaciones. A veces, llega el momento de cambiar los parámetros de una
relación en particular.
Esto
es cierto en el amor, con las amistades, con la familia y en el trabajo.
Las
rupturas y los cambios en las relaciones no son fáciles. Pero a menudo, son
necesarios.
A
veces nos aferramos a relaciones que están muertas, por miedo a estar solos o
para posponer el inevitable proceso de pena que acompaña a las rupturas. A
veces necesitamos aferrarnos un tiempo, para prepararnos, para ponernos
suficientemente fuertes y preparados para manejar el cambio.
Si
eso es lo que estamos haciendo, podemos ser suaves con nosotros mismos. Es
mejor esperar hasta el momento en que actuar nos parezca sólido, claro y
consistente.
Sabremos
cuando hacerlo. Lo sabremos. Podemos confiar en nosotros mismos.
Saber
que una relación está cambiando o que está a punto de terminar es una situación
incomoda, especialmente cuando aún no es tiempo de actuar pero sabemos que se
acerca el momento. Puede ser embarazoso e incómodo, a medida que se cierra la
lección. Podemos volvernos impacientes por cerrarla, pero aún no nos sentimos
con fuerza para hacerlo. Eso está bien. El momento todavía no es el correcto.
Algo importante aún está sucediendo. Cuando sea el momento preciso, podemos
confiar en que ocurrirá. Recibiremos la fuerza y la capacidad para hacer lo que
necesitamos hacer.
Terminar
relaciones o cambiar los limites de una relación en particular no es fácil.
Requiere valor y fe. Requiere de una disposición de parte nuestra para cuidar
de nosotros mismos, a veces para quedarnos solos una temporada.
Deja
ir el miedo. Entiende que el cambio es una parte importante de la recuperación.
Amate lo suficiente para que hagas lo que necesites hacer para cuidar de ti
mismo, y encuentra la suficiente confianza para creer que volverás a amar de
nuevo.
Nunca
estamos volviendo a empezar. En la recuperación estamos yendo hacia delante en
una progresión de lecciones perfectamente planeada.
Nos
encontramos con cierta gente –en el amor, en la familia, con los amigos, en el
trabajo- cuando necesitamos estar con ella. Cuando hayamos dominado la lección,
seguiremos adelante. Nos encontraremos en un nuevo lugar, aprendiendo nuevas
lecciones, con gente nueva.
No,
las lecciones no son dolorosas. Llegaremos a ese lugar donde podremos aprender,
no a partir del dolor, sino de la alegría y el amor.
Nuestras
necesidades serán satisfechas.
Hoy aceptaré
el lugar donde me encuentro en mis relaciones, aunque ese lugar sea difícil e
incómodo. Si estoy en medio de una ruptura, la enfrentaré y aceptaré mi pena.
Dios mío, ayúdame a confiar en que el sendero en que me encuentro ha sido
perfecta y amorosamente planeado para mí. Ayúdame a creer que mis relaciones me
están enseñando lecciones importantes. Ayúdame a aceptar y a tener gratitud por
las relaciones a medias, por las que terminan y por los nuevos comienzos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras