Seamos honestos
con nosotros mismos
Nuestra
relación con nosotros mismos es la relación más importante que necesitamos
mantener. La calidad de esa relación determinará la calidad de nuestras otras
relaciones. Cuando podamos decirnos a nosotros mismos cómo nos sentimos y
podamos aceptar nuestros sentimientos, podremos decírselo a los demás.
Cuando
podamos aceptar lo que queremos y necesitamos, estaremos listos para que se
satisfagan nuestros deseos y necesidades.
Cuando
podamos aceptar lo que pensamos y en lo que creemos y lo que para nosotros es
importante, podremos comunicárselo a los demás.
Cuando
aprendamos a tomarnos en serio a nosotros mismos, los otros también lo harán.
Cuando
aprendamos a reírnos acerca de nosotros mismos, estaremos listos para reír con
los demás.
Cuando
hayamos aprendido a confiar en nosotros mismos, seremos dignos de confianza y
estaremos listos para confiar.
Cuando
podamos sentir gratitud por lo que somos, habremos conseguido amarnos a
nosotros mismos.
Cuando
hayamos logrado ese amor propio y aceptado nuestros deseos y necesidades,
estaremos listos para dar y recibir amor.
Cuando
hayamos aprendido a pararnos sobre nuestros pies, estaremos listos para
pararnos al lado del alguien.
Hoy me concentraré en tener una buena
relación conmigo mismo