De ser una
niña apocada y tímida me había convertido en una mujer de carácter resuelto,
que ya no podía ser asustada por una lucha
llena de dificultades. Anna Dostoevsky
Descubrir y
aceptar nuestra fuerza es un aspecto muy importante de conocernos a nosotras
mismas como mujeres. Las adolecentes no conocen normalmente su propia fuerza,
pero las mujeres sí la conocemos. Cuando negamos nuestra fuerza, abandonamos
partes de lo que somos nosotras.
Cuando utilizamos nuestra fuerza para tener poder sobre las demás personas,
negamos lo que ellas son. De
cualquiera de las dos maneras, salimos perdiendo.
Gran parte de
nuestra fuerza proviene de conocernos y de aceptar que no somos el centro del
universo. Cuando nos aceptamos a nosotras mismas, llegamos a darnos cuenta de
que nuestra fuerza está directamente conectada – y es una- con un poder más
grande que nosotras. Cuando llamamos a este poder, sabemos que tenemos toda la
fuerza que necesitamos para cualquier cosa que suceda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras