Virginia Wolf
Para
estar satisfechas debemos tener deseos, establecer metas y lograrlas.
Nuestras vidas tienen un propósito, aún cuando seamos incapaces de ver
claramente hacia dónde vamos, y a pesar de que dudemos de nuestras
capacidades. Continuemos aprovechando las oportunidades que se nos
presentan.
En
el pasado, muchas de nosotras experimentamos los nubarrones de la
inacción…esperando, esperando y deseando que nuestras circunstancias
cambiaran e incluso orando para que lo hicieran, pero sin asumir la
responsabilidad de transformar aquello que sí podíamos cambiar. La
inacción nos encarcelaba. Despojadas de nuestro poder, la vida carecía
de significado. Sin embargo, se nos ha dado otra oportunidad. El
programa ha transformado nuestra vida. Tenemos una razón para vivir cada
día, aún aquellos en que nos sentimos desesperadas y sin valor.
Quizás
en este momento no tengamos ningún objetivo. Quizás la orientación no
logre atraer nuestra atención. Podemos quedarnos en silencio, a solas
con nosotras mismas, y de dejar que nuestros ensueños actúen como
indicadores. Tenemos algo especial que hacer y estamos recibiendo las
oportunidades que necesitamos para cumplir con nuestro propósito.
Confiemos en que somos valiosas y necesarias para los demás.
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