Margaret
Sanger
Una de las características
completamente humanas que todas compartimos consiste en esperar la perfección
de nosotras mismas, en tratar de alcanzar lo imposible en todas las tareas que
realizamos. Debemos regocijarnos por lo que hacemos bien. Cada vez que nos
felicitamos por una tarea bien hecha, nuestra confianza crece poco más. Nuestro
grado de salud emocional y espiritual, expresada en la confianza y la fe
manifiesta en “el proceso”, es la mejor manera de evaluar nuestra recuperación.
Debemos reconocer y celebrar
nuestros puntos fuertes, pues de esa forma se fortalecerán aún más. Asimismo,
debemos practicar la oración y escuchar a nuestra guía para desarrollar
nuestros lazos con Dios, pero sobre todo para ser capaces de darnos cuenta
cuando la ayuda esté a nuestra disposición. Podemos hacer lo que necesitemos
con la ayuda de Dios.
El hecho de tener metas
realistas para este día o para todo el año es un signo de salud emocional, lo
mismo que el de no empantanarnos en lo que de momento no pudimos lograr. Lo que
la mayoría de nosotras necesita para pasar de su situación actual a un mejor
estado emocional es un cambio de actitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras