Tiempo de soledad
Las ocupaciones
normales de las mujeres en general van en contra de la vida creativa,
contemplativa o de santidad.
Anne Morrow Lindberg
No hay muchas cosas en nuestras vidas que
apoyen nuestra creatividad. El trabajo en casa y fuera de casa no conduce
generalmente a ningún tipo de enriquecimiento interior que necesita todo ser
humano. Cuando aceptamos el sistema de la adicción al trabajo, la
competitividad y el estrés de la sociedad dominante, descubrimos que cambiamos,
perdiendo muchas de las cualidades que nos eran más preciadas.
Nos hemos rebelado contra el trabajo de las
mujeres, hemos entrado de cabeza en el trabajo de los hombres. Ahora no sólo
tenemos que hacer el trabajo “femenino” sino que tenemos que hacer los dos y
trabajar el doble.
Descubrimos que nuestros momentos para la
creatividad, la contemplación, o incluso la santidad, son pocos y muy
espaciados entre sí. Pero necesitamos esos periodos de tiempo y los merecemos.
Intentaré recordar que cuando tomo tiempo para mí misma, tengo mucho más que ofrecerme a mí y que aportar a mi trabajo y a las personas que me rodean.
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