Estemos dispuestos a reparar los daños
El Paso Ocho está
hablando de un cambio de corazón, de un cambio curativo.
Esta actitud puede ser el
principio de una gran cadena de recuperación y de curación en nuestras
relaciones con los demás y con nosotros mismos. Significa que estamos
dispuestos a dejar ir nuestra dureza de corazón, uno de los más grandes
obstáculos para nuestra capacidad de dar y recibir amor.
En el Paso Ocho hacemos
una lista de toda la gente que hemos dañado, y nos permitimos a nosotros mismos
experimentar una actitud curativa hacia ellos. Es una actitud de amor.
En este Paso, no nos
arrojamos con locura y empezamos a gritar: "¡Lo siento!". Hacemos
nuestra lista, no para sentirnos culpables, sino para facilitar la curación.
Antes de que realmente reparemos daños o empecemos a considerar la manera
apropiada de repararlos, nos permitimos a nosotros mismos cambiar nuestra
actitud. Ahí es donde comienza la curación, en nuestro interior.
Esto puede cambiar la
energía. Puede cambiar la dinámica. Puede hacer comenzar el proceso, antes de
que abramos la boca y digamos lo siento.
Abre la puerta del amor.
Abre la puerta a la energía del amor y de la curación. Nos capacita para
llenarnos de sentimientos y energía positivos.
Esa energía se puede
sentir alrededor del mundo, y comienza dentro de nosotros.
¿Con cuánta frecuencia,
después de haber sido lastimados, deseábamos que la persona simplemente
reconociera nuestro dolor y dijera, "lo siento"? ¿ Cuán tan a menudo
hemos deseado que la persona simplemente nos viera, nos escuchara y volviera
hacia nosotros la energía del amor? ¿Cuán frecuentemente hemos anhelado por lo
menos un cambio de corazón, una pequeña dosis de reconciliación, en las
relaciones manchadas por asuntos inconclusos y malos sentimientos? Muy a
menudo.
Los otros también lo
desean. Eso no es ningún secreto. La energía de la curación comienza con
nosotros. Nuestra disposición para reparar el daño puede beneficiar o no a la
otra persona; él o ella pueden o no estar dispuestos a olvidarse del asunto.
Pero nosotros nos
curamos. Nos volvemos capaces de amar.
Hoy trabajaré por lograr un cambio de corazón si están presentes la dureza
de corazón, la defensividad, la culpa o la amargura. Me dispondré a dejar ir
esos sentimientos y a reemplazarlos por la energía curativa del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras