Nuestros intentos por importarle a este hombre, por hacernos tan necesitadas para su bienestar como lo es él para el nuestro, nos pueden transformar en mujeres cargantes, asfixiantes y manipuladoras, e incluso pueden hacer que nos rebajemos frente a él.
Cuando amamos demasiado, habitualmente somos despreciadas por nuestros esfuerzos: nuestra pareja nos desprecia, y nos despreciamos a nosotras mismas.
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