¡Qué bella es una relación! Y qué fácilmente la
dañan o la abruman las minucias y a veces ni siquiera las minucias, sino la
vida misma, la simple acumulación de vida y tiempo.
Anne Morrow Lindbertgh
Muchas de nosotras estamos actualmente
reconstruyendo nuestras relaciones y buscando otras nuevas, que esperamos poder
proteger. No podemos vivir sin relacionarnos con los demás, unas veces en forma
íntima, otras con cierta cercanía, otras de un modo casual. En nuestras
relaciones con los demás nos descubrimos a nosotras mismas.
La pureza de una relación es directamente
proporcional a la atención total que ambas partes dedican a los momentos, a las
horas y a las experiencias que comparten, al hecho de estar una con otra. Esta
comunión con la otra persona es una celebración de la vida y de Dios, que
estimula a los corazones y conduce a la serenidad.
Cada día buscaré oportunidades para darme plenamente a los demás. Y los
dones serán abundantes.
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