Cuando tiene lugar un hecho emocionalmente
doloroso, y nos decimos que ha sido por culpa nuestra, lo que en realidad
estamos diciendo es que tenemos el control de la situación: si cambiamos, el
dolor cesará. Esta mecánica está detrás de mucha culpa que nos autoadjudicamos
gran cantidad de mujeres que amamos demasiado. Al culparnos a nosotras mismas,
nos aferramos a la esperanza de que seremos capaces de descubrir qué estamos
haciendo mal para luego corregirlo, y por lo tanto controlar la situación y
eliminar el dolor.
La verdadera tarea consiste en enfrentarse a la
situación, aceptar que es dolorosa, abandonar la ilusión del control, y pedir
ayuda y guía a una Voluntad Superior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras