Apreciémonos a nosotros mismos
Nosotros somos lo más grande que alguna vez pueda
sucedernos.
Créelo. Esto hace la vida mucho más fácil.
Ya no seas codependiente.
Ya es tiempo de parar esa tontería de andar por ahí
criticándonos a nosotros mismos.
Quizá hayamos caminado la mayor parte de nuestra
vida pidiendo disculpas directa o indirectamente, sintiéndonos menos valiosos
que los otros, creyendo que ellos saben más que nosotros y creyendo que de
alguna manera los otros tienen derecho a estar aquí y nosotros no.
Tenemos derecho a estar aquí. Tenemos derecho a ser
nosotros mismos.
Estamos aquí. Hay un propósito, una razón, una
intención para nuestra vida. No tenemos por qué disculparnos por estar aquí o
por ser lo que somos. Somos suficientemente buenos y merecedores. Los otros no
tienen nuestra magia. Nosotros la tenemos. Está en nuestro interior.
No importa lo que hayamos hecho en el pasado. Todos
tenemos un pasado, entretejido de errores, éxitos y experiencias de
aprendizaje. Tenemos derecho a nuestro pasado. Es nuestro. Ha trabajado para
moldearnos y para formarnos. A medida que progresemos en este viaje, veremos
cómo cada una de nuestras experiencias se volteará y será usada para nuestro
bien.
Ya hemos pasado demasiado tiempo sintiéndonos
avergonzados, disculpándonos y dudando de nuestra belleza interior. Hay que
acabar con eso. Dejarlo ir. Es un lastre innecesario. Los otros tienen derecho,
pero nosotros también. No somos ni más ni menos que ellos.
Somos iguales. Somos quienes somos. Para eso fuimos
creados, y eso era lo que debíamos ser.
Eso, mi amigo, es un regalo maravilloso.
Dios mío, ayúdame a adueñarme de mi poder para amarme y apreciarme a mí
mismo. Ayúdame a valorarme en vez de buscar que los otros lo hagan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras