Evelyn Scout
Antes
de incorporarnos al programa, la mayoría de nosotras vagamos de un lugar a otro
sin saber realmente qué era lo que pensábamos de los que estaba ocurriendo.
Quizás en ese momento creíamos que aquello era lo más conveniente, pues tal era
la opinión de la gente con la que convivíamos. Y quizás cambiamos de opinión
rápidamente al encontrarnos en un nuevo ambiente. En ocasiones se hablaba de
los valores pero no se definían y, por supuesto, nadie se apegaba a ellos.
En
ausencia de un sistema de valores es muy difícil consolidar y desarrollar la
propia identidad. Nuestros valores definen quién somos. Nos orientan a la hora
de tomar decisiones. En silencio, nos exigen comportarnos responsablemente.
Vivir de acuerdo con nuestros valores confiere paz a nuestra alma.
Los
días en que cambiábamos de opinión una vez y otra sin saber nunca en qué
aspecto de un asunto creíamos sinceramente, ya se fueron. El programa nos ha facilitado
un plan de vida que honra las incertidumbres y la confusión de años anteriores.
El día de hoy tendrá una claridad que voy a apreciar. Sé quién soy. Sé en qué creo. Todo lo que necesito es actuar en consecuencia.
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