Las
obras nobles y los baños calientes son los mejores remedios contra la
depresión.
Dodie Smith
La
depresión se alimenta de sí misma. Si le concedemos demasiada atención empeora;
sin embargo, hay muchos otros asuntos que requieren de nuestros cuidados.
Podemos concentrarnos en una mujer cercana a nosotras que esté luchando por dar
una dirección a su vida. Podemos ofrecerle nuestra atención. Podemos observar
atentamente a todas las mujeres, niños y hombres que pasan por la calle. Por
sus expresiones nos daremos cuenta que ellos también pueden estar sufriendo.
Al
hacer algo por otra persona, nuestros problemas disminuirán, independientemente
de cuál sea su causa. De hecho, simplemente haciendo algo nuestro espíritu se
eleva. La depresión llega a volverse habitual y los hábitos, incluso aquellos
que van en contra nuestra, son algo a lo que es muy fácil aferrarse. Cada vez
que emprendemos una acción, aunque sea pequeña, podemos notar el cambio: el
acto que beneficia a otra persona, con toda seguridad nos beneficiará también a
nosotras.
Sentir
lástima por uno mismo hace que la depresión empeore; sin embargo, una atención
positiva es apropiada. Podemos mimarnos, pero no sentir conmiseración por
nosotras mismas. Los mimos reflejan aprobación, cuidado y respeto, tres
actitudes que son incompatibles con la depresión.
La depresión se prolonga
si es alimentada. Pero tengo la opción de apartarme de ella en cualquier
momento. Voy hacer a una lado mis problemas y a ocuparme de otra cosa y voy a
disfrazar el resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras