Margaret Collier Graham
La
vida no está libre de afanes y sufrimientos; sin embargo son necesarios pues a
través de ellos adquirimos consciencia y la consciencia favorece nuestro
crecimiento. Además, la posibilidad de crecer es una de nuestras mayores
fuentes de alegría. De este modo, el dolor y la alegría están entrelazados,
aunque es posible que sintamos sólo la carga del dolor y no el estímulo de la
alegría.
Muchas
de nosotras soportábamos tal carga de dolor que nos decidimos a buscar ayuda
para cambiar nuestra vida. Sin embargo, fuimos incapaces de reconocer que ese
dolor nos abría las puertas del conocimiento. Estábamos como atadas a una
piedra de molino, acumulando experiencias dolorosas a cada paso, incapaces de
captar la alegría que siempre estuvo presente.
Ahora
tenemos nuevas esperanzas. Hoy la alegría nos espera. Abramos nuestros ojos a ella, al mismo tiempo que abrimos
nuestros corazones. Mostrémonos dispuestas a deshacernos de las capas de dolor,
y así, a exponer la esencia, que es la semilla de la alegría. La alegría es tan
necesaria en nuestras vidas como lo es le descanso y la buena alimentación.
Para sacar todo el provecho de las experiencias que nos depara el día de hoy vamos a necesitar un corazón
alegre.
La recuperación me ha abierto nuevos horizontes y sé que podré vencer todas las dificultades. Ahora y para siempre poseo el conocimiento de que la alegría es inherente a toda experiencia humana.
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