Bienvenidas a la página de AASA Sevilla

Robin Norwood escribió "Las mujeres que aman demasiado" y muchas de nosotras le debemos la vida.

12.3.13

12 de marzo. Cada día un nuevo comienzo


Amar no es recibir, sino dar. Es sacrificio. ¡Y que sacrificio es glorioso!
Joanna Field
Con qué facilidad confundimos la atención con el amor. Y llegamos a creer que nuestra habilidad para controlar a alguien significa amor, especialmente de esa eprosna hacia nosotras. Pero el amor es algo muy distinto a la atención y al control, totalmente distinto.
El amor libera a los demás de nuestras manos y los deja volver a las suyas propias. El amor significa poner las necesidades personales de los demás por encima de las nuestras, sin remordimiento alguno. El amor es desinteresado, a pesar de que estimula el yo. Dar amor nos hace limar nuestras asperezas, nos completa y nos une con las personas con quienes cumplimos nuestro destino.
Desear amor es un anhelo humano y totalmente natural y no debemos negarlo. Pero cuanto menos nos preocupemos por obtenerlo y más lo hagamos en darlo, más amor recibiremos. Al darlo en forma libre y sincera estamos invocándolo. Otra invitación al amor surge cuando amamos a nosotras mismas; el odio que sentíamos hacia nosotras y que a muchas nos atrapó durante años, ya nunca más nos hará daño.
El amor nos inspira a nosotras y a las personas a quienes lo damos. Ilumina nuestro camino, alivia nuestras cargar y hace posible que nos desarrollemos con plenitud.
Hoy no buscaré amor. Sólo lo daré. Así me favorecerá diez veces más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras