Ni el reproche ni el
aliento es capaz de reavivar una fe perdida.
Nathalie
Sarratue
En
última instancia, la fe es un proceso personal. Uno de los problemas a los que
nos enfrentamos en tanto que mujeres para tener acceso a nuestro yo espiritual,
lo constituyen todas las cosas que se nos han dicho que teníamos que
creer. Hemos intentado tragarnos creencias que venían de fuera. Rara vez nos
hemos tomado el tiempo y el esfuerzo de ir adentro de nosotras y de empezar
nuestro propio proceso de toma de conciencia y de comprensión de Dios o de un
poder mayor que nosotras mismas, permitiéndonos confiar en nuestro propio
conocimiento. En nuestras atareadas vidas es más fácil rechazar que “esperar
con” nuestro conocimiento.
Es
más fácil actuar que “estar con”.
Ninguna
persona puede darnos las respuestas sobre nuestra espiritualidad. Leer y pensar
no pueden proporcionar las soluciones. Nuestra espiritualidad es vivencial, y
está íntimamente conectada con lo que somos.
A veces, las creencias
han interferido con mi conexión con un poder superior a mí misma. Es hora de
“esperar con” mi propio conocimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras