Creo que el hecho de
aceptar que las gratificaciones vengan después de nuestros actos, es un signo
de madurez.
Peggy Cahn.
Es correcto desear
sentirnos siempre bien. La felicidad es algo que todas merecemos. Sin embargo,
antes de alcanzar un estado de felicidad permanente, debemos emprender ciertos
pasos preparatorios, algunos de los cuales no nos producirán alegría.
El dolor nos ha impulsado
muchas veces a buscar una satisfacción a corto plazo. Sin embargo, pronto nos
dimos cuenta que, al igual que en ocasiones anteriores, esa satisfacción dura
muy poco.
La felicidad duradera no
es el resultado de sumar las pequeñas satisfacciones inmediatas. No tenemos que
ganarnos la felicidad, sino descubrir dónde se encuentra. Que afortunadas somos
por tener el programa como guía en nuestra búsqueda encontraremos la felicidad
cuando aprendamos a callar y cuando escuchemos a nuestro yo interno, cuando nos
concentremos menos en nuestros problemas personales y más en las necesidades de
los demás.
Muchas de nosotras
necesitaremos redefinir qué es la felicidad. El hecho de darnos cuenta de que
somos valiosas y necesarias para nuestro círculo de conocidos nos dará
felicidad, una felicidad que nos sostendrá. La gratitud por nuestros amigos,
por nuestra salud creciente y por nuestra abstinencia también nos sostendrá. Al
establecer un contacto íntimo y sincero con el alma de otra persona,
descubriremos la fuente de felicidad que existe en el interior de cada una de
nosotras.
Encontraré la felicidad. Buscando en mi interior me
compartiré paciente y confiadamente con los demás.
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