Se
puede mentir con palabras y también con el silencio.
Adrienne
Rich
Cuando
empezamos a curarnos, tenemos una nueva apreciación de las palabras de Jesús:
“Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. Parte del propósito de
nuestro comportamiento adictivo es que no estemos en contacto con nosotras
mismas, y, cuando esto sucede, no podemos ser honestas con ninguna persona.
Debemos saber lo que pensamos y sentimos para ser honestas con los demás. Al
principio de nuestra recuperación, empezamos a darnos cuenta lentamente de lo
lejos que nos hemos ido de nosotras mismas... ¡desde luego, nos hemos alejado
un largo recorrido!
Hemos
estado temerosas de decir la verdad con toda honestidad. Hemos tenido miedo de
perder nuestros empleos, nuestras amistades y todo lo que tenemos. A medida que
nos volvemos más honestas, empezamos a deshacer el embrollado nudo de falsedad,
introversión, control y confusión. Vemos cómo nuestra falsedad ha conducido a
la confusión, e incluso cuando ha sido un proceso difícil, nos encontramos
suspirando de alivio en la brisa refrescante de la autenticidad.
Estoy recuperando de nuevo, poco a poco, mi capacidad para ser honesta. Estoy asombrada de lo mucho que me había apartado de mí misma.
Este puede ser el todo de nuestra enfermedad. No nos queremos enterar de lo que realmente sentimos hacia nosotras y hacia los demás y nos mantenemos borrachas en la supervivemcia de nuestro ego a base de adrenalina
ResponderEliminarNo nos queremos enterar de que no nos sentimos dignas.
Amén
Eliminar