Quiero
bailar siempre y ser una buena persona, y cuando todo termine, no tener la
sensación de que pude haberlo hecho mejor.
Ruth St. Denis
Nuestras
aspiraciones en la vida pueden ser simples o complejas. Quizás no estén muy
claras en nuestra mente, pero se aclararán si somos pacientes. Dios sabe cómo
darnos un “aviso interno” cuando cierta dirección nos atrae. Nuestra
responsabilidad es seguir el impulso y confiar totalmente en él. Con demasiada
frecuencia miramos hacia el pasado con remordimientos. Lo hecho, hecho está.
Esos errores nos enseñaron ciertas lecciones. Cada día es un nuevo comienzo, y
si seguimos nuestra conciencia, si seguimos ese “aviso interno” que nos indica
el camino, podremos concluir cada jornada sin arrepentimiento.
El
día de hoy nos dará oportunidades. Oportunidades de ser buenas o malas
personas. Oportunidades de tomar decisiones que nos hagan sentir bien o con
remordimientos al final del día. Muchas de nuestras decisiones nos darán
satisfacción y alegría por la vida, que es lo que como mujeres y como seres
humanos buscamos. De este modo no llegaremos al final de nuestra vida deseando
haber hecho más cosas o mejor. Vivir cada día siguiendo nuestra conciencia, nos
asegurará una vida plena.
Si se lo permito, mi ego puede bloquearme.Confiaré en mi conciencia
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