Cuando os necesité estuvisteis a mi lado. Vuestra fortaleza os hizo
destacar por encima de las demás y me guiasteis. A cada una de vosotras os
ofrezco mi ser, mi amor y todo lo que
soy.
Deidra Sarault
Cada una de nosotras es guiada y, al mismo tiempo, somos guías de otros
durante toda nuestra vida. Somos interdependientes. Donde quiera que miremos,
alguien aprende de nosotras, y nosotras aprenderemos de esa persona.
Generalmente no sabemos qué es lo que damos ni cuándo lo hacemos. Y pocas veces
nos damos cuenta del valor de lo que recibimos en el momento en que se nos da.
Quizás nuestra reacción natural sea resistirnos a lo que nos ofrece la
otra persona. Pero el paso del tiempo realzará el valor de dicha experiencia.
Podemos buscar a las personas que nos
dan consuelo, que nos confieren fortaleza y esperanza, que nos ayudan a vencer
cualquier dificultad.
Necesitamos tanto los momentos difíciles como el suave apoyo de un
amigo. Ambos elementos contribuyen al diseño que nuestra vida está formando.
Los tiempos difíciles nos hacen orar y buscar descanso en los demás. Y nuestro
dolor da a los demás la oportunidad de sanar nuestras heridas. Todas somos
sanadoras. Y todas necesitamos la sanación.
Uno de los mayores
dones de mi recuperación consiste en dar fuerza y en recibirla
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras