"Entre dos mares"

    "Casualmente" vi esta película en la tele un día de unos tiempos en los que estaba realmente sensible y vulnerable al tema de la cinta: el cuidado del otro y de uno mismo. Mi hijo, emancipado desde hacía tiempo, volvía a estar en mi entorno, y me removió el sentimiento de soledad que me ahogaba.
     En la película, que se llama "Entre dos mares" (no es ni muy importante ni muy conocida, pero sí pura ternura y espiritualidad, a pesar de la situación dura de los protagonistas), la niña-protagonista-cuidadora le contesta la adulto-protagonista-perdido "que de eso se trata la vida", de cuidar, se refiere a uno mismo y a los demás ("tú estás enfadado contigo mismo" -el dragón verde- y " tienes miedo de los demás" -la tortuga negra-, y para encontrar la paz -el pájaro rojo-, que no sabe donde está; y el dragón bueno -el amor- al que no se puede hacer esclavo ni tocar mucho porque disminuye y ya no es bueno, bordado en oro sobre seda de shang thung.
    Parece una adivinanza, pero son los simbolismos que la chica va dando a los objetos de sus creencias cuando reza y que le explica al adulto. Se localiza en un puerto chino, creo recordar que Hong Kong, y él es un marinero alcoholizado y ella una paupérrima niña que entiende así la dura vida que lleva, en clave espiritual y emocional. La recomiendo.