Responsables de nosotros mismos
Hemos estado haciendo cosas equivocadas por razones
correctas.
Ya no seas codependiente.
Ser cuidador consiste en asumir las
responsabilidades de los demás, al tiempo que descuidamos la responsabilidad
que tenemos para con nosotros mismos. Cuando de manera instintiva nos sentimos responsables
de los sentimientos, de los pensamientos, de las elecciones, de los problemas,
de la comodidad y del destino de los demás, somos cuidadores.
Quizá creamos, a nivel inconsciente, que los otros
son responsables de nuestra felicidad, tal y como nosotros somos responsables
de la suya.
Ser una persona considerada, amorosa y cariñosa es
una meta meritoria. Pero ser una persona cuidadora significa descuidarnos a
nosotros mismos hasta el punto de sentirnos victimados. Ser cuidador implica
cuidar a los demás de tal forma que les impida aprender a ser responsables de
si mismos.
Ser cuidador no funciona. Lastima a los demás y
también nos hiere.
La gente se enoja, se siente lastimada, usada y
victimada, y nosotros también.
La conducta más amable y generosa que podemos
elegir es la de asumir la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos,
por lo que pensamos, sentimos, queremos y necesitamos. Lo más beneficioso que
podemos hacer es ser fieles a nosotros mismos y dejar que los demás asuman su
propia responsabilidad.
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