El
mejor regalo que podemos darnos mutuamente es una atención total a la
existencia del otro.
Sue Atchley
Ebaugh
Todas
deseamos ser importantes para los demás. En el pasado, y en ocasiones en el
presente, nuestra conducta con frecuencia ha gritado para obtener la atención
que buscamos. Quizás, en lugar de tratar de obtener atención, deberíamos darla.
El programa nos indica que para conservar la atención de los demás debemos
renunciar a ella. La sabiduría antigua también dice que en la vida no existen
los accidentes. Las personas que nos rodean, y las que simplemente pasan por
nuestras vidas, están ahí por un motivo. Nuestra vocación es atender a los
demás como seres humanos.
Hoy atenderé
plenamente a otra persona con la que
tenga ocasión de estar. Ella me importará y mi atención será importante para
ella.
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