Dejarlo
estar
Cuando
estoy demasiado preocupada con algo, siempre me detengo y me pregunto a mí
misma en qué afectará el asunto de que se trate a la evolución de la especie humana
en los próximos diez millones de años, y esta pregunta siempre me ayuda a
recobrar la perspectiva.
Anne Wilson Schaef
“Las
pequeñas cosas importan mucho”, especialmente cuando concentramos nuestra
atención en ellas, nos obsesionamos y las rumiamos, sin ser capaces de dejarlas
estar. A veces, en nuestra enfermedad, continuamos dando vueltas a pensamientos
perturbadores en nuestra mente, creyendo que seguramente descubriremos alguna
solución si pensamos suficientemente y comprobamos todos los puntos de la
cuestión.
Cuando
tenemos esta actitud, es seguro que hemos empezado el proceso adictivo y de que
pensaremos hasta morir. Yo he descubierto que siempre que estoy en medio de mi
proceso de adicción he perdido perspectiva.
De
repente me he convertido en el centro del universo y mis problemas son los únicos
del mundo.
Siempre
me ayuda ir hacia atrás y darme cuenta de que, sea cual sea el problema que
tenga, probablemente no tiene proporciones universales. Esta toma de
perspectiva me ayuda a ver que soy impotente sobre mi pensamiento de locura, y
de que éste está haciendo que mi vida esté enajenada. En este punto puedo
volver a tomar contacto con mi conocimiento de que un poder más grande que yo
puede restablecer mi cordura, y puedo plantear el problema a este poder
superior.
Una de las
cosas que perdemos en el proceso de la enfermedad de la adicción es la
perspectiva.
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