Nuevos comienzos
Los resentimientos son los bloques que nos impiden
amarnos a nosotros mismos y a los demás. Los resentimientos no castigan a la
otra persona, nos castigan a nosotros mismos. Se vuelven barreras que no nos
dejan sentirnos bien y disfrutar de la vida. Nos impiden estar en armonía con
el mundo. Los resentimientos son trozos de ira endurecidos, que sólo se desbaratan
y se disuelven con el perdón y el olvido.
Dejar ir los resentimientos no significa que le
permitamos a la otra persona hacer lo que quiera. Significa aceptar lo que
ocurrió en el pasado y fijar límites para el futuro ¡Podemos dejar ir los
resentimientos y, aun así, tener límites!
Tratamos de ver la parte buena de la persona, o el
bien que por fin se derivó de algún incidente que nos causó resentimiento.
Tratamos de ver nuestra parte en ello. Luego, nos olvidamos del incidente. Es
de gran ayuda rezar por quienes nos sentimos resentidos. Pedirle a Dios que
tome nuestros resentimientos también ayuda.
Qué mejor manera de empezar un año nuevo que
borrando el pizarrón del pasado y empezarlo libres de resentimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras