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Robin Norwood escribió "Las mujeres que aman demasiado" y muchas de nosotras le debemos la vida.

20.1.13

20 de enero. Cada día un nuevo comienzo

 
El dolor de dejar a quienes has amado es el preludio de la comprensión de ti misma y de los demás.
Shirley MacLaine
 
La vida es un proceso de liberación, liberación de las situaciones que no podemos controlar, de las personas viendo cómo se alejan de nuestra vida, de los momentos, lugares y experiencia. Dejar atrás algo o a alguien que amamos puede entristecernos, pero también nos da oportunidades de crecimiento que no imaginábamos. Esas experiencias nos hacen trascender nuestro viejo yo y nos ayudan a entendernos más profundamente a nosotras mismas y a los demás.
Con mucha frecuencia, las experiencias que nos entristecen, que desencadenan el dolor, son las mejores lecciones que la vida puede ofrecernos. Experimentar el sufrimiento, sobrevivir a la pena que nos oprime emocionalmente, nos eleva a nuevas alturas. El dolor enriquece nuestra vida. Nuestras experiencias posteriores con todos los demás se vuelven más profundas. En lugar de temer el final de un momento o la partida de un ser querido, debemos tratar de apreciar lo que hemos obtenido y saber que la vida es más completa con ello.
 
Hoy diré hola y adiós.

4 comentarios:

  1. Yo no lo veo nada claro. No puedo trascender el dolor, por ahora. Si a alguien se le ocurre algo, todo comentario sería bien venido. De momento sólo convivo con el dolor de esas personas a las que les voy diciendo adiós.

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    1. Yo sí lo veo. Nada de lo que ha cambiado en mi vida lo he conseguido yo con mi voluntad. Olvidar a la gente, a mi familia, a los novios, a nadie... Nada ha pasado porque yo quisiera, sino que ha ido ocurriendo mientras yo leía, iba al grupo, vivía y me equivocaba. Ahora confío cada vez más aunque no sepa ni en qué ;))

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    2. Propones dejarse fluir mientras nos sentimos. El problema es hasta que cuaja esa otra persona que sabe decir adiós a cualquiera...yo aún no sé decir adiós a cualquiera.

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    3. No, no, yo no propongo nada, no soy quién.
      Lo que quiero decir es que nada de lo que ha cambiado en mi vida para bien lo he decidido yo, y menos aún el momento en que debía ocurrir.
      Yo sólo sé que puedo y quiero mejorar y hago lo que puedo.
      Ya no tengo prisa, no corro como antes hacia ninguna parte porque cuando corría no sabía ni lo que quería conseguir. Ahora respiro y a verlas venir. Dios proveerá ;)

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