Las personas cambian y olvidan comunicárselo entre sí.
Lillian Hellman
¡Con qué tenacidad nos aferramos al espejismo de que nuestras vidas están en orden y seguirán estándolo!
¡Qué resistentes somos al proceso normal de cambio!
Con
frecuencia nos sentimos personalmente atacadas si alguna persona
cercana y querida cambia sin clarificar esos cambios antes con nosotras.
De algún modo, hemos llegado a creer que la seguridad y el
estancamiento son sinónimos.
El
cambio es la manifestación de nuestra capacidad de crecer y de devenir.
Cuando sucede en las personas más cercanas y queridas de nosotras es
una oportunidad de celebración. Cuando ocurre dentro de nosotras, nos
permite compartirnos a nosotras mismas en un nuevo nivel. Cuando
intentamos proteger a los demás de la toma de conciencia de nuestros
cambios, estamos siendo inauténticas. Nadie puede cuidar de quienes
somos a menos que sepa quiénes somos.
La única constante es el cambio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida a tu casa, comenta lo que quieras