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Robin Norwood escribió "Las mujeres que aman demasiado" y muchas de nosotras le debemos la vida.

2.2.12

¿Qué es Anorexia?



En SLAA somos adictos al sexo, al amor, a las relaciones, a las fantasías, al romance y a la codependencia. Con todo, algunos de nosotros tenemos otra adicción: la anorexia.

Como desorden alimenticio, la anorexia es definida como el rechazo compulsivo hacia la comida. En el área del amor y el sexo,  la anorexia tiene una definición similar: es un rechazo compulsivo de dar y recibir nutrición social, sexual y emocional.

Algunas formas de Anorexia.
Puede ser que algunos no hayamos mantenido relaciones sexuales o no hayamos tenido pareja durante años o que, aunque tengamos pareja, encontremos dificultades en el aspecto emocional de la relación. Puede que seamos de los miembros que rara vez hablan en las reuniones y desaparecen en el instante en que la reunión termina. O de los que, fuera de las reuniones, no son muy sociables.  O también del tipo de los que no tienen amigos íntimos. Podemos conocer muchas personas, pero ninguna que nos sea próxima.  O puede que tengamos  relaciones íntimas apenas con ciertas personas, nuestros hijos por ejemplo, pero manteniendo una distancia de las demás personas. 

Existen muchas otras formas de anorexia.  Pero independientemente de nuestro caso particular, de alguna forma acentuada nos mantuvimos lejos de experimentar el amor.

Como anoréxicos o personas con tendencias anoréxicas, podemos tener una amplia variedad de sentimientos y reacciones. Algunos nos podemos sentir abrumados en situaciones sociales. Otros, a fuerza de tratar a muchísimas personas, llegamos a alcanzar un estado semejante a la embriaguez, y así evitamos el trato íntimo con todas ellas. En alguno de nosotros, la timidez anula la capacidad de relacionarnos con los demás. Otros tenemos pareja, pero nuestros sentimientos se manifiestan exclusivamente en un area; podemos, por ejemplo, haber cultivado muchísimo el ámbito emocional, pero habernos mantenido distantes en el sexual o en el social.

Asi como nuestros sentimientos pueden variar mucho, de la misma manera sucede con nuestros patrones de comportamientos. Para algunos de nosotros, la anorexia puede significar un miedo paralizante a realizar llamadas telefónicas. Algunos de nosotros se sienten bien en situaciones particulares como el lugar de trabajo, donde normalmente la intimidad no es valorada, pero nos vemos distantes con la familia o los amigos. Otros de nosotros usaron alcohol o drogas para volverse retraídos emocionalmente.. O usamos esas sustancias para sentirnos audaces sexual, emocional o socialmente, mientras que en el  fondo evitábamos el contacto significativo con los otros. De esa forma, usamos otras dependencias para practicar nuestra anorexia.

La anorexia puede ser difícil de reconocer
La anorexia en sí misma es una forma de la adicción al sexo y al amor, pero otras variantes de la adicción al sexo y al amor pueden también encubrirla. De hecho, su enmascaramiento es a menudo tan efectivo, que el individuo no nota su presencia. La promiscuidad sexual, por ejemplo, puede ocultar el intento de huir de la intimidad. La codependencia, mientras crea una apariencia de relación, en realidad es un intento de evitarla. Muchos miembros de SSLA, al interrumpir el comportamiento adictivo en su compulsion más evidente, descubren a menudo que la anorexia se encuentra agazapada detrás de las otras variantes adictivas.

Hay anoréxicos que son conscientes de la forma en que su enfermedad se manifiesta, pero hay otros que no tienen la más minima noción de a qué están renunciando en el terreno sexual, de relaciones de pareja y de trato social. Muchos ignoran incluso las posibilidades que existen. Algunos, por ejemplo, saben que son capaces de dar amor, pero no tienen ni idea de que también es possible recibirlo. Otros conocen solo lo que es responder a las necesidades de los demás, pero ignoran cuáles son las suyas.

Algunos nunca han conocido la alegría que proporcionan las relaciones sociales, o la intimidad sincera o la reciprocidad emocional; ni siquiera comprenden su significado. A la hora de tratar de satisfacer sus necesidades, la confusion se apodera de ellos, ya que ni siquiera son capaces de identificarlas.

La anorexia es algo más que miedo a la intimidad. De alguna manera, todos los seres humanos tenemos miedo a la intimidad, ya que la timidez, la modestia y la reserva son atributos humanos naturales. Pero los anoréxicos hemos convertido el miedo a la intimidad en nuestra politica habitual, y actúa en nosotros de forma automñatica. Además, la anorexia puede operar sigilosamente pasando inadvertida.

Mientras que a veces la anorexia se manifiesta de forma evidente y obvia, otras lo hace de forma discreta y sutil. Es posible que algunos anoréxicos no tengan ninguna otra adicción. Sin embargo, tras la fachada de las apariencias, la anorexia es una adicción muy activa: consiste en no hacer algo, en no hacer algo y en seguir sin hacer algo. En no fiarse, en no comprometerse y en no rendirse. A diferencia de lo que ocurre al beber un trago o al drogarse, los síntomas de la anorexia son oscuros, pasan desapercibidos. No se manifiestan en la conducta externa, sino que constituyen una actividad interna: la del rechazo a la acción. La anorexia se autoperpetúa en la negativa constante al movimiento: en su fuero externo los anoréxicos pueden mostrar un porte tranquilo; en su interior es posible que también se sientan tranquilos. De esta forma, el patrón de conducta anoréxico puede permanecer invisible. El no percibir sus síntomas  también puede contribuir a hacerla todavía más difícil de detectar.


La anorexia es una experta en el arte de disfrazarse. Puede presentarse con la imagen de la timidez natural, de la modestia o de la discreción. Incluso cuando la escondemos tras la extroversión o el encanto, la anorexia a menudo mantiene un apacible statu quo. Puede incluso adoptar la apariencia de pureza espiritual. Y sea en forma de introversión, sea en forma de extroversión, pueden pasar años sin que la detectemos.

Un día, sin embargo, los anoréxicos comenzamos a ser conscientes de que durante mucho tiempo hemos vivido sin amor. Advertimos la ausencia de calor y contacto humano en ciertas áreas de nuestras vidas y observamos que estamos inmersos en una política de miedo a los demás y en una estrategia de mantenerlos lejos de nosotros. Sea nuestra anorexia social, sexual o emocional, nos damos cuenta de que no experimentamos el intercambio de amor que es tan valioso para la vida humana.

Después de habernos dado cuenta de esta falta de amor, es possible que hayamos intentado transformar nuestra conducta. Si vimos que no éramos capaces de conseguirlo, puede que hayamos llegado a la conclusion de que somos adictos a la misma: practicábamos la misma conducta una y otra vez, y no éramos capaces de interrumpirla pese a las consecuencias que nos acarreaba.

¿ERES ANORÉXICO?

Te presentamos cincuenta preguntas por si quieres responderlas. No existe puntuación para las mismas. Tu propia intuición te indicará en qué medida son aplicables a tu caso. A continuación te ofrecemos información por si quieres averiguar más cosas.

  1. ¿Transcurren largos periodos de tiempo en los que no mantienes relaciones sexuales ni sentimentales?
  2. ¿No participas en actividades sociales durante largos periodos de tiempo?
  3. Aún en el seno de una pareja, ¿encuentras que durante un periodo de tiempo largo no has experimentado: amor, sexualidad, intimidad o amistad?
  4. ¿Estás solo más tiempo del que quisieras, pero te consideras incapaz de solucionar este problema?
  5. ¿Te resulta difícil tratar a los demás en tu trabajo, hablas exclusivamente cuando es necesario y evitas a los demás sumergiéndote en el trabajo?
  6. ¿Evitas relacionarte con un  sexo determinado?
  7. Cuando estás en un grupo, ¿te mantienes al margen o apartado?
  8. ¿Te da miedo que noten tu presencia?
  9. ¿Te cansa estar en presencia de otros, incluso cuando te caen bien?
  10. ¿Te invade el temor o haces que la gente se aleje de ti en cuanto comienzas a intimar?
  11. ¿Intentas aislarte o tratas de controlar por completo tus emociones, sentimientos sexuales o situaciones de grupo?
  12. ¿Te sientes incómodo cuando te ofrecen atención, afecto o amor?
  13. ¿Te da miedo encontrarte con alguien que te atrae?
  14. ¿Te sientes más seguro cuando una relación no va más allá del coqueteo y el flirteo?
  15. ¿Eres pesimista en cuanto a tu capacidad de vivir una relación íntima y duradera?
  16. ¿Te atrae siempre el tipo de persona que no puede satisfacer tus necesidades?
  17. ¿Te da miedo comportarte de forma relajada y espontánea cuando estás acompañado porque crees que puede desembocar en algo sexual?
  18. ¿Fantaseas y sueñas con relaciones en lugar de intentar conseguirlas?
  19. ¿Tus hábitos sexuales, la masturbación por ejemplo, evitan que te relaciones?
  20.  La anhedonia es negarse a dar o recibir placer, ¿la practicas?
  21. ¿Ignoras de forma continua tus necesidades físicas y emocionales?
  22. ¿te cuesta trabajo jugar y divertirte con los demás?
  23. ¿Te resulta tan difícil definir o establecer unos límites sanos para tu conducta en tu trato con los demás, que llegas a aislarte por completo?
  24. Para que te comprometas, ¿tiene que ser o estar todo perfecto?
  25. ¿Tienes envidia de los que son más sociables?
  26. ¿Consideras que tus exteriorizaciones de afecto o interés no son sinceras?
  27. ¿Es la vergüenza que te causa tu vida la que hace que evites las relaciones?
  28. ¿Utilizas los sentimientos de superioridad o de inferioridad para aislarte de los demás?
  29. ¿Estás convencido que ninguna persona sana y atractiva o ningún grupo de gente estaría dispuesto a aceptar a alguien como tú?
  30. ¿Te cuesta mucho trabajo mostrar a otros que te gustan y les quieres?
  31. ¿Consideras que no eres suficientemente inteligente, atractivo, sano, maduro, joven, con éxito… como para merecer una pareja?
  32. ¿Permaneces estancado en una relación porque consideras que no mereces o no vas a conseguir nada mejor?
  33. ¿Encuentras tremendamente difícil mostrar lo que sientes o decirle la verdad a alguien con quien te gustaría salir?
  34. ¿Asustas y alejas a los demás con tu frialdad, tu agresividad o tu timidez?
  35. ¿Prefieres resignarte a la soledad en lugar de plantearte por qué te encuentras solo?
  36. ¿Tienes un miedo tan grande al rechazo o al ridículo que da la impresión de que estás permanentemente paralizado?
  37. ¿Sospechas que tu capacidad para un trato íntimo con otra persona está deteriorado o que no existe?
  38. ¿Tienes un temor insuperable a que te exploten o se aprovechen de ti en el aspecto social, sexual o emocional?
  39. ¿Tienes resentimientos o envidia hacia los que disfrutan de relaciones íntimas o de una vida social rica?
  40. ¿Encuentras repugnante el sexo?
  41. ¿Crees que el sexo es sólo para gente sana y que, por tanto, a ti no te corresponde?
  42. ¿Te abres más a la gente con la que no puedes mantener relaciones sexuales?
  43. Cuando sales con alguien, ¿pones de antemano un límite a la duración de tu trato con esa persona?
  44. ¿Estás tan atado a tu familia que llegas a excluir a los demás?
  45. ¿Te atrae fundamentalmente la gente inaccesible, que no te corresponde?
  46. ¿Consideras que no merece la pena el esfuerzo que requiere el comprometerte con los demás debido a que tus experiencias pasadas han sido peligrosas o dolorosas, especialmente si otros desean tratarte y conocerte?
  47. ¿Te encuentras más cómodo y tienes una mayor sensación de poder cuando rechazas el sexo, las relaciones o las invitaciones sociales?
  48. ¿Eres normalmente más abierto con los extraños que con la gente con la que te tratas habitualmente?
  49. ¿Te consideras tan diferente de los demás que tienes miedo a que nadie se interese por ti o te comprenda?
  50. ¿Crees que falta amor en tu vida y, a pesar de ello, no sabes qué hacer?


¿QUÉ PUEDES HACER AHORA?

Si ves que se te pueden aplicar cierta cantidad de preguntas, puede que ahora mismo estés experimentando una sensación de alivio o que te encuentres aturdido, desesperado o enfadado. Todas estas reacciones son normales. Sin embargo, si estas preguntas te han impactado en lo más profundo de tu ser, queremos recordarte que no estás solo. Somos muchos los que nos encontramos en la misma situación que tú, que respondemos y que nos sentimos de la misma forma; o que respondimos y nos sentimos así en el pasado,.

Somos miembros anoréxicos de AASA. Sabemos que puede haber razones que expliquen por qué hemos contraído la anorexia; también hemos llegado a la conclusión de que no tenemos que culparnos por ello; pero ahora queremos disfrutar de una vida emocional, sexual y social enriquecedora. Nuestra anorexia puede proceder de una idea elevada de nuestro valor personal y de nuestro instinto de conservación. Pero a pesar de todo, queremos cambiar. No queremos seguir siendo anoréxicos. Hemos comenzado el trabajo de recuperación y de cambio de AASA.

Para labrar nuestra recuperación, tratamos de interrumpir nuestro patrón de anorexia sexual y de anorexia en el amor, y trabajamos los doce pasos de SLAA. Hemos descubierto que, independientemente de lo diferentes y solitarios que nos sintamos, el contacto con otros – ara ayudar y pedir ayuda- nos viene bien para recuperarnos de la anorexia. Por este motivo, nos dirigimos aquí a ti y te invitamos a que asistas a una reunión de AASA.

La anorexia es parte de la adicción al sexo y al amor, y las reuniones de AASA son lugares apropiados para escuchar a los anoréxicos y para oír hablar, a su vez, de la adicción a la anorexia y de la recuperación de la misma. En ellas averiguamos cuál  es el proceso de recuperación de cada uno de nosotros.

Cualquier miembro de AASA puede hablar de la anorexia en cualquier reunión de AASA, pero algunas reuniones se centran específicamente en la misma.  Muchos de los que nos hemos unido con el propósito común de recuperarnos de la anorexia, hemos comenzado a vivir vidas nuevas y enriquecedoras. Hemos visto cómo de forma milagrosa desaparecían obstáculos y hábitos viejos que nunca nos habíamos cuestionado antes. Nos hemos abierto a la vida, a la nuestra y a la de los demás. Hemos conocido el trato social , las relaciones, el matrimonio, la intimidad y la amistad. En la fraternidad, hemos descubierto lo que es el trato auténtico y el sentirnos aceptados por una amplia y sorprendente variedad de gente. También estamos descubriendo lo que es vivir vidas sanas solos, sin por ello conocer la anorexia. Pero lo que es más importante, continuamos descubriendo nuestra propia senda hacia una serenidad de espíritu que es una sorpresa y una delicia para nosotros y para cuantos nos rodean.

Para finalizar sólo nos queda añadir que tu restablecimiento es esencial para el nuestro, ya que cada miembro trae consigo una interpretación y una nueva posibilidad de recuperación para todos.

La fraternidad de AASA te da la bienvenida.



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